“No soporto el picor de ojos y la piel seca cada vez que salgo de la piscina”.

Es probable que te hayas planteado esta cuestión en más de una ocasión, ¿verdad? Lo cierto es que apenas nos sorprende una afirmación como esta donde el cloro tiene grandes implicaciones al respecto.

Pero no te preocupes porque existe una solución más saludable que otorga al agua una calidad superior: el oxígeno activo.

A día de hoy, se han desarrollado tratamientos desinfectantes que son más respetuosos con nuestro organismo y también con el medio ambiente.

Hoy te contamos todo sobre el oxígeno activo para piscinas: qué es, cómo se utiliza, ventajas y desventajas.

¿Qué es el oxígeno activo para piscinas?

 

El oxígeno activo es un producto compuesto por peróxido de hidrógeno que se emplea para destruir cualquier residuo de la piscina y actuar sobre bacterias, virus y hongos que se acumulan con el paso del tiempo en el agua.

A diferencia del cloro, es incoloro e inodoro y contribuye a una menor irritación en la piel y los ojos.

Podemos encontrarlo en formato sólido pero también como oxígeno líquido para piscinas, además de ser un compuesto que respeta el medio ambiente y resulta más ecológico al no contener productos químicos.

Es más, sus usos no se limitan a desinfectar la piscina sino que se amplía a otros campos como la limpieza o establecimientos donde la esterilización es fundamental como los hospitales y residencias.

¿Cómo funciona?

 

El funcionamiento del oxígeno activo para piscinas es muy sencillo.

Al entrar en contacto con el agua, se inicia el proceso de oxidación. Esto quiere decir que el oxígeno se libera y mezcla con la materia orgánica, eliminando todo residuo a su alcance. Una vez finalizado este proceso, se convierte en agua.

Es muy importante considerar el siguiente dato para un resultado eficiente: verter el compuesto en las últimas horas del día para evitar la evaporación provocada por temperaturas demasiado altas.

¿Cómo se utiliza?

 

Es hora de pasar al siguiente punto: cómo se utiliza o aplica en la piscina.

Veamos qué pautas debes tener en cuenta: 

  • Aplica las dosis diarias marcadas por el fabricante. Así es, el mantenimiento debe hacerse día a día.
  • La dosificación puede ejecutarse de forma manual o por medio de una bomba dosificadora que automatiza el proceso para evitar hacer la tarea a mano.
  • El tratamiento con oxígeno activo es recomendable efectuarlo con las temperaturas más bajas, es decir, en las horas más próximas a la noche.
  • En caso de realizar el proceso manualmente, distribuye de forma equitativa el producto por toda la piscina. La modalidad automática, sin embargo, lo hará por sí sola.
  • Para finalizar, espera unos 5 a 10 minutos para darte un buen chapuzón.

De todos modos, es conveniente tener en mente una serie de puntos previos. Si utilizaste cloro con anterioridad, primero vacía la piscina o espera al menos dos semanas para que no quede ni una gota de cloro.

A continuación, mide el PH del agua para asegurar que se sitúa en los valores correctos. Estos son entre 7,2 y 7,6.

Además de mantener la piscina sin cloro, libera la superficie de cualquier resto orgánico que inhiba el efecto del oxígeno activo.

¿Cuáles son las ventajas de usar el oxígeno activo?

 

El oxígeno activo presenta ventajas más saludables frente al cloro. Comprobemos en detalle cada uno de los beneficios que puede aportar.

Dile adiós a la irritación en piel y ojos

¿Alguna vez has salido de la piscina con los ojos rojos y la piel seca? Bueno, este es el efecto provocado por la cloramina, una componente formado de la combinación del cloro con sustancias orgánicas (sudor, insectos, orina, etc).

Una exposición excesiva al cloro, puede poner en riesgo nuestra salud. Por ese mismo motivo, se consideran alternativas menos perjudiciales como el oxígeno activo.

Si tienes irritación constante en piel y ojos, es una opción que debes considerar. Tendrás la total certeza de estar tomando un baño más saludable.

Un tratamiento muy recomendable para niños que pasan largas horas metidos en el agua.

No produce corrosión en la piscina

Al tratarse de un producto ecológico creado con sustancias naturales, los materiales de la piscina no se verán afectados en ningún momento y la superficie se mantendrá en condiciones óptimas durante mucho más tiempo.

No obstante, debes conservarlo fuera del alcance de los niños porque puede resultar tóxico si se ingiere.

Es sostenible y respetuoso con el medio ambiente

No solo es beneficioso para la salud, sino que sus componentes son respetuosos con el medio ambiente. ¡Una maravilla!

Por tanto, es una fantástica alternativa a considerar para mantener nuestro planeta limpio y libre de residuos tóxicos.

No desprende malos olores ni tiene sabor

El cloro genera un olor desagradable y fuerte en su  descomposición que habrás notado a la primera de cambio al realizar la limpieza de tu piscina.

En cambio, el oxígeno activo ni huele ni tiene sabor alguno, además de mantener la ropa en perfecto estado sin decoloraciones de por medio.

Y, ¿sus desventajas?

Como cualquier otro material o producto que compramos en nuestra rutinaria diaria, el oxígeno activo para piscinas también nos muestra una serie de inconvenientes que te mostramos a continuación:

  • Es un producto más volátil. Con esto nos referimos a que es fundamental realizar un buen mantenimiento para que los niveles de oxígeno activo sean los adecuados en todo momento. Una manera de que no se te pase por alto, es la adquisición de una dosificadora automática.
  • Es sensible a los cambios de PH. El intervalo debe oscilar siempre entre los 7,2 y 7,6 puntos, puesto que fuera de estos límites comienza a perder su efectividad.
  • A diferencia del cloro, el coste es superior y su efectividad en piscinas con altas temperaturas disminuye.
  • Es necesario combinarlo con otro tratamiento si la piscina tiene un tamaño grande.

Un último apunte: existe una diferencia de dosis entre los formatos, por tanto, presta mucha atención si es granulado o formato líquido. En el primer caso, debes añadir una cantidad de 5-8 mg/litro. Sin embargo, emplea 2 mg/litro para su estado líquido.

¿Existen alternativas al uso del oxígeno activo?

 

La respuesta es un rotundo sí. En algunos casos, se puede combinar con otros tratamientos para desinfectar el agua como los floculantes, algicidas, electrolisis salina o el bromo.

En definitiva, el oxígeno activo es una alternativa fantástica para usar en piscinas de reducido tamaño, si presentas irritación continua en la piel y evitar la proliferación de algas.

Ahora, tienes la posibilidad de disfrutar de un baño agradable sin molestias y apostar por productos que no son nocivos ni dañan tu salud.