Este es el mejor momento para pensar en nuestras plantas o en cultivar nuevas. La llegada del calor invita a esa actividad, porque relaja además de ser el mejor momento para ayudarlas a reponerse después del duro invierno.
Este es el momento donde empezamos a pensar en abono para plantas, en qué tipo de fertilizantes para plantas debemos utilizar o en enraizantes entre otras muchas cosas similares.
En este artículo vamos a tratar de que entiendas todo lo necesario para cultivar además de saber todos los mejore tipos de abonos para plantas.
Si acertamos con el fertilizante para plantas adecuado para nuestra planta en concreto, habremos ganado mucho, por lo que saber algo de esto merece ampliamente la pena.
Tipos de abonos para plantas
Es importante dejar claro que una planta sana no necesita de un fertilizante para plantas. Lo necesitan, por el contrario, plantas jóvenes que aún no se han desarrollado como debieran o alguna que la hace falta un desarrollo adicional. Es, en ese momento cuando podemos empezar a pensar en los tipos de abonos para jardín que podemos encontrarnos en el mercado y que vamos a tener que escoger.
Por supuesto, debemos conocer la diferencia entre el abono sólido y el abono líquido, además de saber cuáles son las ventajas y los inconvenientes. Por eso, podemos clasificar este abono para el jardín en varios tipos según su composición o según su uso.
Según su composición
Vamos a distinguir entre estos abonos para jardín:
Abonos orgánicos
Están creados por productos naturales y son, por lo tanto, los que más cuidan el medio ambiente. Fertilizan la planta además de enriquecer el suelo, por lo que funcionan también como enraizantes. Te los puedes encontrar en el mercado también como abono líquido, lo que es una muy buena ventaja.
Abonos minerales
Son creados específicamente para cada planta con fórmulas desarrolladas en laboratorio. También es común verlo como abono líquido. También son enraizantes, ya que una de sus principales ventajas es que ayudan a mantener la fertilidad del suelo. Cómo los anteriores, son muy versátiles en las formas en las que te lo vas a encontrar.
Según su uso
También podemos hacer una clasificación al respecto:
Abono universal
Es el más genérico y puedes encontrarlo tanto de manera granulada como líquido. La mayor ventaja de estos enraizantes es su enorme versatilidad. Si necesitas rapidez, el consejo es usar el abono en su forma líquida.
Abono para rosales como el jazmín o el hibiscus
Es un tipo de abono perfecto para las necesidades nutricionales de este tipo de plantas. Lleva mucho hidrógeno con el que fortalecer el crecimiento de las hojas además de potasio, que protege frente a enfermedades. Estos abonos incluyen también magnesio que es muy bueno para la realización de la fotosíntesis por parte de la planta.
Abono para plantas verdes
Tiene como cualidad principal que llevan potasio y hierro. Ambos son elementos perfectos para permitir llegar a ese verde extremo que podemos ver algún lugar con mucho “verde”.
Abonos para cítricos
La creación de fruta es un procedimiento con mucho desgaste para la planta. El nitrógeno y el potasio son elementos muy presentes en este tipo de abono, y eso favorece a las frutas.
Abono para hortensias o plantas de sombra
Estas plantas necesitan de un suelo ácido, algo que este tipo de abono puede ayudar a formar. Esto se debe también a la concentración de nitrógeno y potasio que están presentes en este tipo de abono.
Podríamos seguir nombrando tipos diferentes, pero la realidad es que estos son los más conocidos y los que dan respuesta a la planta en función de cada vegetal.